Este sentimiento de comodidad es como tener a otra “persona” contigo, ella / él está constantemente escuchando tu voz, mirándote en silencio y dándote ánimo, ayudándote a liberar tus necesidades físicas. El opuesto es verdad. No todos los días te conectas a Internet para encontrar una muñeca sexual y quieres que permanezca igual. Cuando duermo, duermo en el
muñeca del sexopecho. Por cierto, responden rápidamente.